martes, 21 de mayo de 2013

Cuando un colibrí te picotea las pelotas



Hace un bonito día. El sol está en lo alto del cielo, redondo como la yema de un huevo. La vida sonríe o hace lo que puede. Tiene más un gesto torcido que otra cosa, pero bueno no es fácil para nadie, ni siquiera para ella. De hecho, estuve hablando con ella y me dijo –Moui, estoy hasta las narices de tanto maltrato, lo comprendes, ¿no?- Pues claro que lo comprendo, ¿cómo no lo voy a comprender? Todos pisoteándose unos a otros, batallando contra una injusta moral autoimpuesta y ella ahí, soportando decepción tras decepción.

 Pero hoy hace un bonito día. El sol brilla y aún tenemos ese clima primaveral en el que puedes caminar sin derretirte como un helado de pacotilla. Una brisa fresca y ligera. Así que he ido a visitar a un viejo amigo muy poco afortunado. El desdichado no tienes problemas. Heredó una casa de un familiar que apenas conoció y que mordió el polvo por no sé qué enfermedad incurable. Tiene un barquito en la costa con el que suele navegar cuando su preciosa mujer, Paola, termina pronto de trabajar. No tienen hijos, ni hipoteca, ni enemigos. Es un hombre sano y equilibrado. Ama tanto a su mujer como ella le ama a él. En definitiva, no tiene problemas; aunque desde hace poco tiempo  anda diciéndome que se le está empezando a materializar un sentimiento que le incomoda.  El hombre se siente excluido. Observa como está el patio y cree que no puede participar. Claro, a todo esto, yo le digo que no es tan fácil complicarse la vida, que uno tiene que trabajar concienzudamente. Movimientos sutiles y de una ejecución digna de un maestro. No, no, no. Esto no se construye de un día para otro, escúchame. Esto necesita un entrenamiento. Uno no puede llegar y besar el santo, y ale, todo por la borda. No, no, no. A base de horas y horas. Torcer la vida de alguien lleva su tiempo, ¿sabes? No es por casualidad. Estas cosas no son por casualidad. Una te lleva a la otra y la otra a la otra y así sucesivamente.

Hoy hace un bonito día y voy a ver a mi viejo amigo, a ver si le puedo ayudar y joderle un poco el día. Él lo desea, no es cosa mía. Lo que no sé es si seré capaz de hacerlo, porque de verdad que cuando uno quiere hacerlo a propósito tampoco es fácil; para ello también hay verdaderos especialistas y yo estoy en nivel amateur. 

Voy en mi coche, en mi Delorean. Estoy entrando en Valencia. He dejado atrás la pista de Ademuz y entro por la rotonda de la cabeza azul con orejas azules. -¡Oh, la Dama de Elche!¡Pero qué bonita, jo!¡Vaya,…….. vaya,…….. vaya pedazo de  monumento! ¿no te parece? ¿eh?–

Y así actua la gente que tiene una retinopatía grave incurable. Plas plas plas……Pero en realidad me gusta, porque da un dato informativo a todo aquel foráneo que se acerque a la ciudad. –Esta gente es subnormal, azul o morado o una mezcla de ambos, pero esta gente es subnormal- Somos honestos y no damos sorpresas.

Hago la rotonda intentando adelantar a todos los retrasados que tengo a mi alcance, porque en esto de correr hacia ningún lugar, sin sentido, pero rápido y con riesgo, no quiero que me gane nadie. Cosas del entrenamiento. Ya sabes, hay que echarle horas al asunto.

Busco aparcamiento. Visualizo en mi mente un hueco despejado para mi bólido y lo encuentro.  Es zona azul, pero que le den. No pienso pagar por estacionar el coche. Al hombre que viene corriendo desde la otra acera, haciendo todo aquel esfuerzo aun siendo que va considerablemente ebrio, y que me hace una petición con su mano a pesar de que yo hace un minuto que he aparcado, si le doy una moneda.  Un trato entre caballeros. Yo le doy una moneda y él no me patea el retrovisor.

-gracia….. selló……… Eh uhté …….mu abable.

-sí sí sí. De nada, de nada. Cuídese.

-vaya con dioooooo.



Termino la conversación con el buen hombre y me dirijo a casa de mi viejo amigo. Estamos toda la tarde charlando. Le digo que su mujer creo que está intentando algo conmigo, que se le ve dispuesta y que es una guarra de mucho cuidado, pero nada. El hombre sigue en sus cabales. Así que le digo que me escribo con ella por email y me ha confesado que no disfruta con él cuando tienen sexo. Que la tiene chiquitita. Pero nada, el hombre sigue en sus trece. Así que me voy porque estoy empezando a marearme. No soporto la gente que no colabora. Si puedo me la follaré de verdad, porque lo de la pinta de guarra….eso no se la quita nadie.

Ando el trecho que me separa de mi vehículo y cuando estoy como a unos veinte metros, quizá cincuenta (qué sé yo de distancias), veo que hay un tipo menudo vestido con una indumentaria gris. Va con un aparatito en sus manos y parece que apunta algo. Desde lejos tiene la cara como estropeada. Una cara con muchas posibilidades. Empiezo a correr hacia él. Evidentemente es el muñeco de la hora y me está poniendo una multa. Llego hasta él y se confirma lo que había visto de lejos. Tiene una nariz redonda y grande. Ojos como botones y un bigotito mal afeitado. El flequillo grasiento le cae sobre unas gafas demasiado grandes para esa cara. Parece un subnormal. El típico subnormal de la hora.

-Eh, eh amigo!! tranquilo que ya estoy aquí!

-Hola, buenas tardes.

-No me pongas la multa que ya me voy.

-Lo siento, pero ya no puedo.

-Pero  ¿por qué no? Ya le he dicho que me voy ya!

-Sí, ya me lo ha dicho, pero no puedo hacer nada. En cuanto redacto la sanción pasa a centralita y queda grabado, con lo cual no puedo rectificarla.

-Joder! ¿cómo que no puedes hacer nada?! Trae aquí……..¿¿¿¿¿¿sesenta euros??????. ¿Pero tú estás mal de la cabeza o qué?

-Oiga señor, yo no estipulo lo que debe pagar por la sanción. Yo sólo me encargo del trabajo que tengo que hacer….

-Pero que trabajo ni que mierda? ….¿¿¿¿¿sesenta euros????

- ¿por qué no pagó lo que debía en su momento?

-Que  ¿¿¿¿¿por qué?????.....porque no me sale de las narices!, porque me parece abusivo que tenga que pagar todos los santos días por aparcar mi coche en un lugar público!

-Le entiendo señor, pero yo no hago las normas.

-Sí, sí, sí. Tu sólo las cumples, ¿no? Vamos hombre que no estoy yo para pagar sesenta euros

-Si lo paga en el plazo de quince días se le reduce un cincuenta por ciento.

-Mira pavo, o me quitas la multa o…..

-Por favor señor!. Suélteme la camisa inmediatamente! Ya le he dicho que sólo hago mi trabajo!

-Además tu trabajas para una jodida empresa privada contratada por el ayuntamiento de valencia….o sea, que no eres un empleado oficial con la potestad de ponerme una multa ¿te queda claro? Cuando venga un policía y lo haga, entonces ya veremos, pero mientras tanto ¡¡¡¡tú no eres nadie para hacerlo!!!!.

-por favor no me vuelva a coger ni a tocar. Si quiere hablar, hable, pero no me toque.

-Oye,  pero tú ¿de qué coño vas?

-Lo siento pero no voy a seguir hablando con usted. Tengo que seguir trabajando……..

-AAAAAHHHHHHHH!!!! AHHHHHHH!!!! JODERRRRRR!!!!

-¿Te gusta? ¿eh? Dime, ¿te gusta?

-AHHHHHH………….. POR QUÉ HA HECHO ESO?

-Te gusta o no?, dime ¿te ha gustado?

-PERO ¿POR QUÉ UN PUÑETAZO EN LA OREJA? ¿ESTÁ LOCO O QUE LE PASA?

-Ya no respondo pavo, ya no hay nadie al volante uuuuuhhh uuuuhhhhh

-PARE, PARE, POR EL AMOR DE DIOS!!!!

-Jode o ¿qué? ¿eh? ¿eh?

-QUE SEPA QUE LE VOY A DENUNCIAR A LA POLICIA

-¿sí?, ¿te vas a chivar a tu mamaíta? Uuuhhhhh uuuhhhhhh

-PARA……. PARA ……..AAHHHHHH……AHAHHAHHHH JODEEEERRRRRR!!!!!!!!

-jijijij….ahora vas a juego ¿eh?

-LA OTRA OREJAAAAA CABRÓNNNNNNN

-Ahora ya sabes lo que es, ¿eh?

-¡¡¡¡Que es el ¿qué?!!!!

-Pues ya sabes……uuuhhhh uuuuhhhhh…….como haces tú……….Hey, ¿pero dónde vas?........vuelve y lo hablamos, hombre!!!! Vuelve!!!!



El muñeco de la hora se va corriendo  despavorido en busca de refugio. Sé que no ha estado del todo bien mi reacción. Pero joder, uno lo intenta y lo intenta y no puede ser. No puede ser  tanta presión. Lo malo de todo esto es que ahora me siento un poco culpable. Tan pequeño…..y con gafas…….parecía que tenía estudios, incluso. Si ves como se le han quedado las orejas, lo pintas de azul y está para plantarlo en una rotonda. –Oh! Qué bonito!!! Has visto? ¿Con gafas y todo? Vaya detalle del artista no?!!!!-. Bueno qué le vamos a hacer. A todos no ha tocado pagar el pato alguna vez. Fuera imágenes, fuera recuerdos, fuera la culpa. Reseteando….….después de todo…….¿qué vas a hacer…cuando un colibrí te picotea en las pelotas?