Cuando
despierto me doy cuenta de que hoy sigue siendo ayer. No hay nada nuevo, quizás
el clima sea lo único que cambie; aunque también podría ser una especie de
máquina preparada con un patrón la que lo hiciera posible cambiar.
Se acaban las opciones de evadirse.
Despierto
y traigo conmigo el terror de las pesadillas. Las perras flacas del sueño. La
angustia. Yo sé que he estado acostado en mi cama. Sé que lo hice, pero me da
la impresión de que he estado corriendo en medio de una tormenta de arena en un
mar de hielo sin poder respirar por el humo de un incendio intentando llegar al
otro lado nadando en alquitrán desesperado por un trago de agua que calme una
sed desproporcionada……….. Y…..y….y …..y
me despierto, y la cabeza me da vueltas. Parece que hace sol, pero una extraña
neblina lo envuelve todo con un suave manto opresivo. Qué demonios hago yo aquí
hoy? Cómo es posible que me sienta atrapado en un día eterno, y sienta que mi
vida sea como soltar una bandeja con cientos de copas de cristal con diferente
tallado estallando contra el suelo? …….imposible de reconstruir. Lineal y
discontinua.
Cerrar
los ojos para dormir, ha sido durante años, prepararme para afrontar unas pocas
horas de una violencia desmesurada. Despertar siempre fue un alivio
instantáneo, la tragicomedia de la pasividad del esperanzado. Esperar siempre
fue un querer que todo se resuelva por sí solo. Pero colocar una bomba……Poner una bomba
atómica y sentarse en ella a esperar. Tic tac, tic tac, tic tac. Mirar el
reloj. Tic tac, tic tac, tic tac. Eso sí es esperar. Ahí sí que puedes
estar convencido de que algo va a ocurrir. Catapum pum pum pum. Adiós mamasita,
adiós!!!
Aunque si lo piensas bien, es lo que todos estamos haciendo.
Hacinados a la espera de que estalle. Sin saber cuándo va a ocurrir. El
problema es que tu bomba haga explotar la mía. Y exponencialmente todas vayan
saltando por los aires. Un colorido arcoíris caleidoscópico de explosiones
vitales que……
-Colega?.....tú necesitas un psicólogo.
-En serio? Eso crees?
-Sí, no te lo tomes a mal, pero…….creo que en tu situación
sería lo mejor
-No creí que fuera para tanto.
-Bueno, yo sólo te digo que no te haría ningún mal.
-Ah bueno, si es así entonces…..
-Claro, hombre. Por qué no? Ves y háblalo con él. Es lo más
sensato.
-Si es así, entonces creo que sí. Viniendo de ti……una
persona formada, equilibrada, que inspira esa confianza sólo al alcance de
aquellas almas que rezuman paz y calma por todos los poros de su piel….. una
persona clarividente, iluminada, emparentada como mínimo con el mismísimo
Buda....claro, no puedo obviar la idea….
-En serio, pide cita ya.
Roberto Garríguez.
Psicólogo especialista en psicologuear. Siéntase a salvo y desestime el por
qué?
-Hola, buenas tardes
-Buenas tardes. Toma asiento. Mi nombre es Roberto Garríguez
-Encantado. Mi nombre es Moui. Bueno, en realidad me llamo
Mikemoui. Pero me puede llamar Oswaldo.
-Cómo dice?
-Nada, nada. Llámeme Moui.
-Bonito nombre. Muyyyyyy…….ummm
-Tranquilo no se esfuerce, no vale la pena.
-Je je. Está bien. Je je. Cuénteme un poco lo que le ocurre.
-Pues verá, últimamente no me siento del todo bien. Tengo
sensaciones extrañas.
-Qué clase de sensaciones?
-A ver, se me hace un poco complicado de explicar. La cosa
es que desde hace años siento una angustia existencial que me crea una
insatisfacción perenne, y no veo que haya mucha salida.
-Y dime, con que mantienes ocupado tu tiempo?
-Poca cosa
-Estás trabajando?
-Ahora mismo no. Estoy mirando a ver si puedo hacer bellas
artes en la UNED.
-Pero eso no se puede estudiar a distancia, no?
-Por eso le digo que poca cosa.
-Vaya, eje.
-Tranquilo era broma.
-Eje je. Muy bien, eso es bueno. Tener buen humor, ayuda.
-Sí, si fuese un payaso de la tele y me viese remunerado.
-Te gustaría ser cómico?
-Qué tiene una productora?
-No, ejejej. No en fin, pasemos a otro tema. Háblame de tus
intereses.
-Pues ahora mismo… me interesa saber por qué con el tiempo cada
vez me interesan menos cosas.
-Y las cosas que te interesan, te satisfacen?
-Bueno, no siempre. Es sólo que intento mantener un mínimo
para no quedarme totalmente paralizado.
-Si no te satisfacen, eso tiene un nombre y es anhedonia. La
incapacidad de disfrutar.
-Si no eres capaz de entenderme, también tiene nombre y es
la apatía. Lo contrario a la empatía.
-Perdona si te ha molestado. Sólo quería darle nombre.
-No me ha molestado, pero tampoco es que me ayude mucho el
ponerle nombre a las cosas.
Por ejemplo llamar a mi estado, depresivo, tampoco me ayuda.
-Si es así como te sientes, no veo por qué negarlo.
-Estoy de acuerdo, pero tampoco tengo que llevar un cartel
pegado en el careto, no cree?
Me siento jodido y eso es todo.
-Y hay algo que lo haya podido desencadenar?
-No sé…… hay muchas cosas que me ponen furioso, que me hacen
saltar. Al principio empieza con una rabia que me cuesta controlar y acabo con
un sentimiento de tristeza inconsolable….y no es el hecho en sí, pero el caso
es que de repente me veo envuelto en ese estado.
-Cuéntame la última vez que se haya producido.
-Pues me había ido al cine. Quería ver una película en la
gran pantalla y…
-Qué película?
-Es irrelevante, no le parece?
-Perdona, sigue, sigue.
-Es que claro si va a estar interrumpiendo con tontadas que no
vienen a cuento….
-Está bien, está bien. Continua.
-Pues cuando voy al cine busco un asiento lejos de todos los
espectadores. Si veo un grupo de gente abultado que está cerca me cambio de
asiento y…
-Pero están numeradas, no? Las entradas, digo.
-A ver una cosa. Está usted licenciado o es que hoy no ha
descansado lo suficiente o qué demonios le pasa? Pues claro que están numeradas!.
Se da por supuesto, no? Pero si veo un grupo mongoloide a mi lado me cambio. Lo
entiende? Me sigue o……
-Le sigo, le sigo. No le quepa duda.
-Bueno, pues eso……la cosa es que ese día me cambio de asiento,
porque veo que hay mucha gente. La sala
está abarrotada. Normalmente me pongo cerca de las escaleras para reducir la
posibilidad de tener una persona a cada lado. Así que es lo que hice. Me puse
estratégicamente en el único lugar que había con dos sitios libres. Uno para mí
y el otro de separación con el grupo de pseudo-personas contiguo. Ocupé mi
lugar. Esperé cinco minutos hasta que apagaron las luces y empezó la película. Todo
bien. Algunos subnormales a mi alrededor, pero vamos, soportable hasta cierto
punto. Y es entonces cuando….
-Aha…
-Y es entonces cuando llega una mole de trescientos
veintiocho kilos, cargada con un cubo de palomitas y dos litros de coca cola.
-Le molestan los gordos?
-Te molesta estar callado y escuchar? Porque parece que eso
le supone un problema.
-Para nada. Para eso estoy aquí.
-Pues eso pensaba yo……concéntrese, por el amor de dios!
-Te sigo, te sigo.
-Puuuuuffff…….mire……..que le parece si yo acabo sin que
usted haga ningún inciso?
-Me parece bien.
-Gracias…. A ver….
-Un cubo de palomitas y dos litros de coca cola.
-Eso es. … llegó el grasiento y se puso a mi lado. Me miró
como esperando un guiño de complicidad. Ya sabe, como diciendo “te entiendo, a
mí también me gusta ir al cine solo”. Así que le gire la cara con desprecio,
para que se diese cuenta de que no íbamos en el mismo barco. Esperando que
captase el mensaje “no amigo, yo vengo solo porque me sale de las narices y tu
vienes solo porque eres un maldito subnormal que lo que no sé es como has
podido llegar aquí vivo”. Pero el tío no lo entendió, porque le miré de soslayo
y enseguida buscó mi mirada con toda la boca llena de palomitas, sonriendo. Yo ya
estaba alterado. Intenté ver si todavía quedaba un sitio libre por ahí, pero la
película ya llevaba unos minutos. Así que intenté respirar profundamente para
calmarme e intentar concentrarme en la historia. Y lo conseguí. Fui respirando
cada vez más despacio. Más calmado, aunque luchando contra todos los ruiditos
de gente masticando las putas palomitas y los comentarios sobre las escenas
como si estuviesen en su jodida casa. Y ya tenía bastante con eso, cuando
intentando obviar todo aquello y siguiendo con mi proceso de
calma-concentración, empiezo a escuchar un sonido como de pelota pinchada. Una especie
de fruuuu,…..fruuuuu…….fruuuuu. Tócate las huevos!!! Se lo puede creer? El gordinflón
tenía problemas respiratorios!!!! Le miraba con ojos de odio pero no se
enteraba!!!! Toda la barrigota llena de migas, sudando a pesar de estar el aire
acondicionado. El tío era una bola de blandiblú enorme desparramada por la
butaca y encima tenía problemas para respirar!!! Cada quince malditos segundos…fruuuu……fruuuuu….fruuuu.
Estaba deseando que le diera un paro cardíaco y que se lo llevaran de
inmediato. Pero no pasaba. El gordinflas tenía aguante. No lo podía soportar,
estaba a punto de darme a mí el paro cardíaco!!! Notaba el odio, la rabia
creciendo y creciendo y creciendo….y el GORDINFLÓN…..EL GORDINFLÓN….ESTABA……ESTABA…….
-Tranquilo, toma bebe un poco de agua.
-ah, ah…..
-Tranquilo, tranquilo. Bebe, bebe. Bebe un poco.
-ahhhh……..gracias…….gracias….
-Conseguiste terminar de ver la película?
-Sí,…..me quedé hasta el final. Desde luego que considerando
el precio de las entradas, de allí sólo me sacan cadáver.
-Y el hombre?
-Se fue como si nada hubiese ocurrido. No era consciente de
la gravedad del asunto. Y no sólo eso, sino que tuvo el despreciable detalle de
despedirse. El subnormal.
-Bueno, y todo eso que me has comentado como hizo sentirte
al final?
-Muy mal, desde luego que muy mal. Otra vez volví a sentirme
con esa tristeza que surge cuando la existencia es insoportable. El gordo
subnormal no sólo se había comido todas las palomitas del jodido mundo. También
había absorbido toda mi energía. Me había quedado deshecho. Destrozado. Me había
comido la moral. Era………era un guerrero. Un guerrero subnormal y gordinflón.
-Bueno por ahora, intenta no tomarte las cosas como si
fuesen tan importantes.
-Ya. Lo intento.
-Inténtalo. Haz respiraciones como haces, un poco de
relajación, alguna infusión, un poco de deporte y si te parece bien nos vemos
la próxima semana a la misma hora, de acuerdo?
-Sí, claro……sí…..de acuerdo.
-Muy bien, entonces.
-Es licenciado, verdad? El título de la pared es legítimo,
no?
-Eje je. Claro hombre. Estás en buenas manos, no te
preocupes más.
-Eso es precisamente lo que me preocupa.
-Eje je. Venga la semana que viene te veo. Vale?
-Vale, vale. Gracias.
-Por cierto, la sesión son cincuenta euros.
-Cómo dice?
-La minuta. Cincuenta euros.
-Oh vaya, no es usted precisamente Robin de Locksley, eh?
-Eje je je.
-Tome, aquí tiene.
-Muy bien. Que vaya bien. Nos vemos pronto.
-Claro, claro. Ya nos vemos.